Cuento
Autor Plinio Pindalú
Don Alcibíades, vivía bien, lo tenía todo: Amor de hogar, hijos y vecinos que lo idolatraban, fincas y muy buena salud. Una vez en el pueblo de Teruel, personas de buen corazón pensaron que don Alcibíades, por su honradez, por el excelente manejo de las habilidades sociales, podía ser un BUEN ALCALDE DE TERUEL.
Se creo la COMISIÓN MAGNA MUNICIPAL DE LÍDERES VEREDALES de Teruel, que visita a Don Alcibíades, para que asuma el compromiso de ser Candidato a la Alcaldía de Teruel. No se ahorró la famoso comisión en elogios para Don Alcibíades, pero como éste no era nacido ayer, se opuso a la Comisión y les dijo que él llevaba una vida feliz, que el no nació para ser político sino para servir a la gente.
Don Alcibíades, era todo un don de gentes, prestaba dinero sin intereses y la gente le pagaba, prestaba herramientas incluso tractores y la gente las devolvía. Era un gran componedor, incluso él señaló muchas veces al Directorio Municipal Conservador de Teruel, quien debería ser el candidato y el alcalde, nunca se equivocaba en esta faena para su partido.
Don Alcibíades, recibía parejas dispuestas a divorciarse y salían de su casa , unidas y amorosas, era un guía espiritual para todo Teruel. Todo se le consultaba y todo lo resolvía bien.
Don Alcibíades tomó el ejercicio de Alcalde como un sacerdocio, madrugaba a las cinco de la mañana a trabajar y llegaba a su casa a la 2 de la mañana, sólo dormía tres horas en su casa. El mismo ayudaba a hacer aseo de la alcaldía, leía los contratos como un deber patriótico, no como el exgobernador Julio Cesar Triana Quintero, que solo firmaba.
Hizo una lista de todos los maestros de obra, mamposteros, oficiales de construcción y albañiles de toda ralea y los ordenó alfabéticamente por sus nombres y durante cuatro años les dio trabajo, construyó colegios, casas comunales, puentes, vías y caminos veredales, acueductos y lo mejor NO SE ROBO UN PESO.
Pero por trabajar y entregarse tanto a su labor de alcalde, su mujer lo abandonó, en el divorcio, perdió todas sus haciendas y al final de entrega de la alcaldía salió con una mano adelante y otra atrás.
Una vez como ex alcalde, don Alcibíades retomó su profesión de pintor de casas. La gente lo veía en el pueblo con sus brochas y baldes y su escalera terciada haciendo trabajitos. Pero la gente a boca cerrada le decía- ahí tiene viejo sinvergüenza pobre y jodido por no haber robado en la alcaldía.
El ex alcalde Andrade Zuleta fue víctima de todo tipo de cuentos, por ser honrado.
Su hoja de vida limpia, sin ninguna investigación penal durante el ejercicio, fue calificado como el mejor alcalde de Colombia, Don Alcibíades creyó que iba a ser elegido concejal de Teruel con toda seguridad. Durante su campaña al Concejo , no acepto dineros calientes, ni fríos, no repartió tamales, lechona ni zinc, tampoco repartió cemento ni ladrillos, fue su campaña la más limpia y pura en la historia de su municipio.
Llegó el día de la verdad, el día de las elecciones y don Alcibíades sacó 36 votos.
MORALEJA: en estas democracias tropicales y morenas, la gente no vota por hombres honrados como Don Alcibíades, sino por ladrones.
* nombre ficticio.
PLINIO PINDALÚ Plinio Pindalú