MI PADRE....... continuación.
Años después , para unas fiestas de un 20 de enero, día de San Sebastián, visité el municipio de Piedras Tolima. Recuerdo que ese día estaban de gozo, celebrando con bailes y misas sus fiestas patronales. A la salida del pueblo, cuando el río Opia besa el terruño de mi padre, por la margen izquierda, divisé una blanca y hermosa casita de bahareque pintada de cal, como si fuera nueva, con una puerta antigua de dos abras, una superior y otra inferior y una ventanita minúscula de colores verdes. Golpee pasito sobre la puerta, desprendiendo sus maderas, gratos sonidos musicales , pero se fue abriendo con la velocidad fantasmal propia de las casas abandonadas. Entré, expectante, la soledad y el silencio solemne me erizaron todo el cuerpo. Miraba los rincones y el techo, el piso y los taburetes, dos cujas, un espejo que dimana una imagen borrosa y gris, que al acercarme se fue saliendo de él, era el alma de mi padre que se acomoda dulcemente en mi pecho, por ello no sentí miedo y la llevo grabada en mi corazón. También vi una hamaca, que al mirarla denunciada su desuso de décadas, lo mas deslumbrante estaba sobre una vitrina que en lugar de vidrio tenía un anjeo roto, había un cuadro, con su asa de caulla por encima, voltee el cuadro y con sorpresa aparece una foto antigua de mi padre, tomada en su juventud. Sentí tanto miedo que salí obligado por los nervios y el sobresalto Luego. averigüé con algunos moradores de la comarca, que comentan que la casita hace 30 años está abandonada, que las ánimas impiden que entren los ladrones, que la casa no se deteriora porque los espíritus la mantienen contra los siglos y blanquísima como recién pintada.
sábado, 5 de octubre de 2019
Mi padre y su pueblo
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