RAJALEÑAS DEL HUILA.
Con el trago yo aconsejo:
sí es soltero, gran cuidado,
pues de pronto en una rasca,
puede terminar casado.
El amor que ha sido de uno,
jamás nunca se puede olvidar,
aunque se queme la casa,
para amar queda limpio el solar.
Esta vida que llevamos
es una vida muy jodida,
el desayuno es almuerzo
y no alcanza pa la comida.
Sí el abogado me pregunta,
porque es que yo no pago,
que no me culpen a mí,
que le echen la culpa al trago.
Yo anduve puel infierno,
y miré purgar las penas,
ahiladitas van las suegras,
colgando de una cadena.
Ayer se la pedí sin duda
al entrar a la cocina,
la arepita por donde orina
o la arepita quesuda.
Cuatro son los animales
que el hombre debe temer:
el caimán y el tigre,
la culebra y la mujer.
De todos los animales
cuatro son testaduros
los puercos y las gallinas,
las mujeres y los burros.
Un amor me está matando,
loco me quieren volver,
tan cerquita que la tengo
y no se lo puedo coger.
Anoche a la media noche
y antes de cantar el gallo
llevaba la sota de oros
y me relinchaba el caballo.
Suegrita yo la tuso,
no tengo mano inconosa,
una yegua que tusé
está gorda y buena moza.
Yo me casé con María,
por las vacas que tenía,
ya se acabaron las vacas,
váyate pa la porra María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario