DESPUÉS . . . . . .
Quiero escuchar
el martillado tono azul
de tu voz quejosa
y vibrar de emoción
con el solaz mirar
de tus serpentinas
y juguetonas sombras.
DESPUÉS. . . .
Quiero escuchar
el martillado tono azul
de tu voz quejosa
y vibrar de emoción
con el solaz mirar
de tus serpentinas
y juguetonas sombras.
Quiero sentir la energía
de la aproximación,
que nuestra piel evoca,
aspirar tu aliento de calor
en el fragoso feliz momento.
de la aproximación,
que nuestra piel evoca,
aspirar tu aliento de calor
en el fragoso feliz momento.
Luego mis labios posar
en tu piel fresca y salada,
lamer como fiera
el último néctar
de tu sudor fiestero
que adosa nuestros cuerpos.
en tu piel fresca y salada,
lamer como fiera
el último néctar
de tu sudor fiestero
que adosa nuestros cuerpos.
En este bello y frugal
ayuntamiento, deseo
el ansiado crío, sello y huella
de este amor y sentimiento,
para luego soñar
que lo vivido es cierto,
que nada ha sido un sueño.
ayuntamiento, deseo
el ansiado crío, sello y huella
de este amor y sentimiento,
para luego soñar
que lo vivido es cierto,
que nada ha sido un sueño.
Después de todo esto,
vivir en un elixir
de tiempos lentos
para morir con las ilusiones
fugaces, de la bonita vida
como el más bello recuerdo.
vivir en un elixir
de tiempos lentos
para morir con las ilusiones
fugaces, de la bonita vida
como el más bello recuerdo.
Autor: Sixto Páramo (Plinio Pindalú)
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