QUEDAN TODOS DESPEDIDOS
Enero de 1981. Recién graduado de bachiller (22/11/1980 Colegio Nacional de Santa Librada), no conseguía trabajo. Mi padre había enseñado a sus hijos varones el noble arte de la albañilería. Sin oportunidades me tocó ocuparme en el lungo. Se trataba de la remodelación de una casa de un japonés de apellido Kawaguchi en el barrio la Orquídea, de Neiva. Entre como oficial, pues sabía bien: pegar ladrillo, embaldosinar y enchapar azulejos, además mezclar, pasar niveles, parar columnas, aplomar, formaletear y fundir columnas, pañetar, fontanería e interpretar planos.
Éramos diez trabajadores y el maestro Efraín Benavides, que se ausentaba de las obras, hasta tres días para atender otras. Un lunes llegó temprano y me dio instrucciones porque regresaba hasta el miércoles de esa misma semana. Pero no, regresó solo hasta el sábado. Cuando llegó el maestro Benavides, miró las tareas y no le satisfizo sino la mía, pero cuando iba preguntando por las otras tareas dijo: ¿Quién dejó ese piso hundido? - señalando el patio - todos los otros nueve trabajadores dijeron al unísono: Sixto Alfonso Páramo. ¿ Y esa columna desviada quien la paró y la fundió? todos contestaron: Sixto Alfonso Páramo.¿ Y esa pared torcida quien la hizo? y todos respondieron : Sixto Alfonso Páramo. Quién colocó ese sifón donde no era? - todos respondieron Sixto Alfonso Páramo. Y así todo lo que encontraba mal, mis compañeros me echaban la culpa en mi ausencia, porque yo seguía en mi tarea. Hasta que escuché un grito estentóreo del maestro Benavides:
SIXTO ALFONSO VENGA PARA LA CASETA YA, TENEMOS REUNIÓN.
Llegué y me dijo el maestro: Todas las tareas quedaron mal hechas excepto la suya que te dejé, pero sus compañeros dicen que Usted fue el que hizo todas esas chambonadas. Le dije, maestro, si . .. lo hice ( asumí esa responsabilidad con la intención de que me echara de ese trabajo y liberarme de esos malhadados compañeros de palustre, cemento y arena).
Entonces el maestro Benavides les preguntó de nuevo a la concurrencia:
¿Fue Páramo el que dejó todo mal hecho?
- y todos respondieron: Si Maestro.
Entonces el maestro dijo: me corresponde ser muy severo:
¡¡¡¡¡QUEDAN TODOS DESPEDIDOS!!!!!
, - MENOS PÁRAMO :
QUE LE HAN QUEDADO MAL LAS COSAS,
¡¡¡¡¡PERO SE SALVA, ES EL ÚNICO QUE TRABAJA.!!!!
Enero de 1981. Recién graduado de bachiller (22/11/1980 Colegio Nacional de Santa Librada), no conseguía trabajo. Mi padre había enseñado a sus hijos varones el noble arte de la albañilería. Sin oportunidades me tocó ocuparme en el lungo. Se trataba de la remodelación de una casa de un japonés de apellido Kawaguchi en el barrio la Orquídea, de Neiva. Entre como oficial, pues sabía bien: pegar ladrillo, embaldosinar y enchapar azulejos, además mezclar, pasar niveles, parar columnas, aplomar, formaletear y fundir columnas, pañetar, fontanería e interpretar planos.
Éramos diez trabajadores y el maestro Efraín Benavides, que se ausentaba de las obras, hasta tres días para atender otras. Un lunes llegó temprano y me dio instrucciones porque regresaba hasta el miércoles de esa misma semana. Pero no, regresó solo hasta el sábado. Cuando llegó el maestro Benavides, miró las tareas y no le satisfizo sino la mía, pero cuando iba preguntando por las otras tareas dijo: ¿Quién dejó ese piso hundido? - señalando el patio - todos los otros nueve trabajadores dijeron al unísono: Sixto Alfonso Páramo. ¿ Y esa columna desviada quien la paró y la fundió? todos contestaron: Sixto Alfonso Páramo.¿ Y esa pared torcida quien la hizo? y todos respondieron : Sixto Alfonso Páramo. Quién colocó ese sifón donde no era? - todos respondieron Sixto Alfonso Páramo. Y así todo lo que encontraba mal, mis compañeros me echaban la culpa en mi ausencia, porque yo seguía en mi tarea. Hasta que escuché un grito estentóreo del maestro Benavides:
SIXTO ALFONSO VENGA PARA LA CASETA YA, TENEMOS REUNIÓN.
Llegué y me dijo el maestro: Todas las tareas quedaron mal hechas excepto la suya que te dejé, pero sus compañeros dicen que Usted fue el que hizo todas esas chambonadas. Le dije, maestro, si . .. lo hice ( asumí esa responsabilidad con la intención de que me echara de ese trabajo y liberarme de esos malhadados compañeros de palustre, cemento y arena).
Entonces el maestro Benavides les preguntó de nuevo a la concurrencia:
¿Fue Páramo el que dejó todo mal hecho?
- y todos respondieron: Si Maestro.
Entonces el maestro dijo: me corresponde ser muy severo:
¡¡¡¡¡QUEDAN TODOS DESPEDIDOS!!!!!
, - MENOS PÁRAMO :
QUE LE HAN QUEDADO MAL LAS COSAS,
¡¡¡¡¡PERO SE SALVA, ES EL ÚNICO QUE TRABAJA.!!!!
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