Soy como los ríos, igual y
diferente siempre
Quien quiera rajaleñar, que se pare enfrente,
Que sea ágil en su copla y
que beba aguardiente,
Que crea en Dios y que no culpe a la gente.
Mi camino es no tener
ninguno,
Los animales husmean y
encuentran sus caminos,
Impregna tristeza
reconocerlo,
No reconozco ninguno.
No existe en mi, caminos
viejos,
Jamás vuelvo a mis amores
dejados,
Para cada instante de mi
vida,
Sobrevivo con caminos despejados.
Soy tan extrovertido,
Que me siento forastero de
mi mismo,
Engendro el desorden y tan
rebeldía avasallante,
Como la del que no se
obedece ni asimismo.
Para vencer el olvido, no
almaceno odios,
No gasto en desamar, por no
ser problema mío,
Un amor pasado, es baraja de cronopios,
Y no pido ser perdonado, parece
impío.
Nunca esforzarme por ser
aceptado,
Ser como se es, sin
desconsuelos,
Caiga bien o mal así sea mal
encarado
Ser rectos nos viene de los
abuelos.
No tengo sombras ni con
penas me acobardo,
No tengo suegra que me quiera, por impía
No tengo suegra que me quiera, por impía
Siempre dejo huella sin
haber pisado,
solo quiero la suegra de la
mujer mía.
Aquí ya mis coplas termino,
Dando chance de ser vencido,
Ninguno me sirve, porque
los aniquilo,
Mandándolos al diablo, su escogido camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario