Las noches son largas
como los Pensamientos fijos,
el recuerdo sublime
mi tormento agranda.
Porque este destino
de noches de silencios
juega mi suerte al desatino,
de culpabilidad ajena y gritos míos.
La vida frágil llora
y las lágrimas esculpen
hondos caminos en la piel,
reverdece así las arrugas del alma.
Calvario de dolor
son mis noches sin ti,
no tengo fuerzas para olvidar,
tu presencia felíz.
Obligada no estás
a creer lo que te diga,
en mi siempre estás,
y nada tengo de ti.
Eres fuerte
porque olvidas y perdonas,
viven perenne así
mis propias heridas.
No merezco tu recuerdo
ni mis sufrimientos,
ni tu amor falso,
ni tu olvido vano
Me viste tu sombra
con grises iluminantes
que no se esconden como
Los amores de los caminantes.
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