Mi madre está en el Cielo, vivió 85 años lúcidos y plenos. No es porque sea la mía, pero fue muy bonita, de ella heredé sus ojeras, el color de su piel, su pelo indio, su inteligencia para las matemáticas, su amor al trabajo y su valentía. Nunca olvido que una vez, un vecino llamado Jaime Rivera que vivía enfrente de nuestra casa de Ventilador, le dio muchos correazos a mi hermano Jorge Enrique, porque éste le hizo unas pilatunas. Jorge Enrique no contó, ni nosotros tampoco, ese castigo a mi madre. Pero don Jaime se arrimó a la casa, estando mis padres sentados en sus taburetes frente a nuestra casa. Don Jaime les dijo: "Hoy me tocó castigar a correazos a su hijo Jorge Enrique, por haber empuercado la pared de la fachada que había pintado ayer" . Mi madre llamo de un grito a Jorge Enrique y le preguntó, si el señor Jaime Rivera le había castigado y mi hermano le confesó que sí. Entonces mi madre se dirige a mi papá Sixto Páramo Moreno y le dice:"Este señor ha castigado a nuestro hijo, como si fuera el padre, hágase respetar" - mi padre respondió - "yo no peleo"-. Entonces don Jaime Rivera dijo: "Pues si no educan a su hijo, me tocará seguir educando ese hijueputa". ¡¡¡¡ Ayyyyy Santo Dios !!!!!!, mi madre se dirige detrás de la puerta principal de la casa y saca un machete Tres Cornetas de 24 pulgadas y le da 304 planazos sin la salida de una chispa de sangre, a Don Jaime, en el quinto planazo yacía don Jaime en el suelo y gritaba no me mate Señora Zoila, mi madre le repostó, "no lo estoy matando, lo estoy educando para que no eduques a mi hijo y para que aprenda nunca más mentarle la madre a un hijo de toda una señora". Mi madre vendió fritanga en el Pasaje Camacho, mas de 35 años, nos costeó nuestros estudios a todos sus 11 hijos de los quince que tuvo, pues los otros cuatro murieron recién nacidos. Nos enseñó a decirle la verdad en la cara hasta al Pontífice, nos enseñó a trabajar, teníamos que sacar buenas notas. Mi hermana Teresa y yo, somos los más parecidos a ella. Mi mamá era de carácter fuerte.