miércoles, 2 de mayo de 2018

EL VALOR DE LA PALABRA

Heredé, la pasión y la lógica de mi padre. No soy un hombre que se exprese en semitonos. A lo blanco, blanco y a lo negro, negro. “Un sistema que ha permitido tanto crimen tiene que ser un sistema corrompido”, escribo sin que me tiemble la mano. Cuando digo que son 14 novillos gordos pardo-orejinegros de 14 arrobas cada uno, es porque son 14 novillos gordos pardo-orejinegros, de 14 arrrobas cada uno. Cuando digo que un asesino por muy presidente o por muy senador que sea jamás debe ser defendido por ningún colombiano, es porque ningún colombiano debe defender a ese asesino, por muy presidente o por muy senador haya sido.

TIEMPOS QUE SE VAN

TIEMPOS QUE SE VAN
Tiempos que se van no vuelven
y si vuelven no los quiero
porque los tiempos de ahora
no son como los primeros.
Yo se que siempre te gusto
y esperas que lo diga también,
tan solo espero oír un te quiero
para empezar a hacerte feliz.
Se que me estás deseando
se te ve claro en tu sufrir,
de mi no consigues nada,
mejor callarlo a tenerlo que decir.
Somos fuego a media llama,
quiero solo pasar infraganti
en el embeleso de tu pasión,
ven que quiero morir por ti.
Quiero el beso que me niegas
con la furia del fuego y la inquietud,
besos tristes, besos a media luz
que aman y alegran como la virtud..

MI CONCEPTO DE VIDA

MI CONCEPTO DE VIDA
La vida en un sentido amplio es un concepto que alude a la existencia, materialmente es la actividad que desarrolla un ser orgánico desde cuando nace, crece, se multiplica y fallece. Pero la vida humana es otro concepto de mayor trascendencia, porque se orienta su conducta, a seguir al mejor ejemplo del bien: con calidad y virtuosidad. Es decir vivir en un acuerdo moral. Sin embargo, la vida humana no puede quedarse ahí y como el fin del ser humano es vivir en felicidad o muy cercano a ésta, debe ser digna. Una vida digna es aquella que se vive sin vergüenza y sin oprobio. Aún más se ha reconocido también que la vida no sólo debe ser humana y digna sino también cumplir con unos mínimos de calidad, que es aquel atributo que damos por la satisfacción de vivirla sosegada y en paz. No contentos de como la recibimos, es un deber aceptarla como viene y una obligación la responsabilidad de transformarla para el logro de su goce, que con esperanzas todos anhelamos y conocemos como felicidad..